Si la clave del Paraíso se contenía en una manzana, la Ibarbi de Errezil preserva en su semilla una sabiduría ancestral que se sigue transmitiendo de generación en generación.  Emblema de una identidad, vector histórico de nuestra economía y nuestra evolución social, verdadero regulador vital, hoy, el pomo del Árbol del Conocimiento es patrimonio de todos. Ese país que canta y baila al sur de los Pirineos, siempre lo hizo alrededor de los cien rostros de su pequeña gran manzana.